Agustín Vernice: “Cumplí con el objetivo que era superar lo de Lima”
El palista olavarriense brindó declaraciones tras su notable actuación en los Panamericanos de Santiago, donde se convirtió en el deportista que más medallas aportó a la Delegación argentina. “Me parece que nos merecemos la pista de canotaje”, subrayó.
Con muy buenos resultados, el pasado sábado Agustín Vernice finalizó su participación en los Juegos Panamericanos de Santiago y logró, en su recorrido, cosechar tres medallas. Los resultados estuvieron a la vista y el palista local superó su actuación con respecto a lo realizado en Lima 2019.
Vernice dio el gran golpe en el K4 500 metros junto a Manuel Lascano, Gonzalo Lo Moro y Gonzalo Carreras (1m 20s 80c), apenas una hora después de firmar su primera dorada del día en el K1 1000, prueba en la que era el favorito, en la que se impuso en 3m 29s 73c y en la que también se subió al podio otro argentino, Valentín Rossi (bronce).
Así, defendió el título de Lima 2019 en el K1 y bajó, respecto a aquel, del oro a la plata en el K2 500, junto a Gonzalo Lo Moro Benassi. El extra fue el premio del K4, instancia en la que superaron Canadá, uno de los mejores del mundo, y Estados Unidos. La cosecha de Agustín potenció la de todo el seleccionado argentino que se irá de Santiago 2023 como el deporte que más medallas aportó a la delegación nacional: fueron siete preseas. Igualmente, el seleccionado argentino se fue más que conforme: eso era lo que daba “la cuenta”. También, con un deseo que comparten todos los palistas en la voz de Vernice: “Me parece que nos merecemos la pista de canotaje”.
“Estoy muy contento, cumplí con mi objetivo que era superar lo de Lima. Me enorgullece ser el argentino que más oros ganó, no lo sabía, las medallas de fueron muy emotivas”, dijo Agustín Vernice apenas un par de horas después de la premiación. Y explica: “En el K1 yo sabía que era el candidato y eso genera una presión extra, por supuesto y lo pude administrar bien, pero en el K4 no éramos los favoritos, Canadá tiene uno de los mejores K4 del mundo, así que teníamos que salir a hacer todo perfecto para llevarnos la medalla de oro y se dio. Por eso también la efusividad del festejo”.
La condición de favorito o figura no es sencilla de sobrellevar para nadie, pero Vernice trabaja para vencer los efectos negativos de las buenas consideraciones: “Trato de usarlo a mi favor, obviamente que no es fácil, pero trato de que eso me cargue de energía pero a la vez que tampoco me queme. La realidad es que al momento previo a la competencia, cuando estoy ya por largar solamente estoy pensando en lo que tengo que hacer y dejo de lado todas las emociones, trato de ser lo más frío posible y cuando eso me sale es cuando mejores resultados tengo. Así que bueno, trato de ir en esa línea”, remarcó el de Olavarría, que trabaja con un psicólogo desde hace cuatro años y sabe que ese es parte del “precio” que hay que pagar en el alto rendimiento.
“Siempre pienso que lo mejor es abstraerse, hacer lo que uno disfruta y ya, buscarlo de manera simple. Es parte de los desafíos que tenemos y me enorgullece superarlo. No siempre pasa. Estamos todo el tiempo lidiando con desilusiones, presión, ansiedad. Hay que tratar de entender que esto es parte del deporte y que al final todo vale la pena, porque la satisfacción que uno tiene cuando termina de competir, habiendo vencido todas esas cosas hace que valga la pena. Pero bueno, tampoco es tarea fácil”, agregó.
Hace cinco años, siendo Sub 23, Agustín Vernice fue campeón del mundo en su categoría en K1 500 y 1000 metros. Desde entonces, el desarrollo siempre fue en ascenso. Tras Lima 2019 se enfocó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, realizados en 2021 (había llorado por no llegar a Río de Janeiro 2016), donde fue finalista y se fue con diploma, pese al inconformismo que le dejó esa definición, lejos del podio.
Sin embargo, no paró de crecer y cosechar resultados: “Con mi entrenador Diego Cánepa (también entrenador del seleccionado argentino) trabajamos incansablemente en busca de la mejora constante que obviamente me lleva a lugares incómodos, a ir siempre por más, a disfrutar por muy poquito tiempo de lo conseguido y tratar de ponerse nuevas metas en los entrenamientos”, detalló. Y agregó: “Parece que lo que hacía hace cinco años atrás era nada con respecto a los que hacemos ahora, pero el trabajo está acompañado también de un disfrute, de la satisfacción de un día de entrenamiento. En esa senda todavía estamos mejorando y estamos lejos de llegar al techo”.
“En trabajo, la ilusión y la pasión” que le ponen al día a día son para Vernice los pilares de los resultados y el sostén de los objetivos. Justamente, tras dos semanas de vacaciones en una temporada que se hizo demasiado extensa (habitualmente concluye en septiembre, pero estos Panamericanos la dilataron), el faro ya se llama París 2024, los Juegos Olímpicos: “Es el próximo paso, en el medio tengo bastante competencias que son preparatorias. Resultados como los de Tokio son los que más me ayudan a seguir cuando menos ganas tengo y me llevan a desistir. No sé cuál va a ser el resultado pero estoy seguro que lo voy a dar todo y ojalá que la experiencia la pueda usar a mi favor para hacerlo mejor que en Tokio, que si bien fue un buen resultado, creo que podría haber sido superior”.
Sobre el final, consultado sobre el aporte distintivo que tuvo en Santiago 2023 el canotaje, muy por encima de los demás deportes, Vernice paró la pelota: “No soy quién para analizar a los otros deportes, el tener una medalla de oro o de plata depende de una circunstancia y la Argentina consiguió un montón de medallas de plata que podrían haber sido de oro como en el caso nuestro del K2 500 y no me atrevo a analizar. Lo que simplemente puedo decir es que nosotros tuvimos buenos resultados porque trabajamos de manera muy unida e incansable. Estamos muy comprometidos todos, entrenadores, dirigentes y compañeros de equipo. Por suerte en este evento los resultados salieron a la luz”.
Y en el cierre, desea lo de siempre: la pista nacional que aún es un pendiente para el remo y el canotaje: “La pista es una necesidad urgente que nosotros tenemos y no es un problema mío, porque yo por ahí entreno más tiempo afuera con otros colegas de otros países, esquivando el frío además, pero para que el deporte se desarrolle, para que las categorías juveniles puedan entrenar y competir en un lugar digno, sin necesidad de que vayan a unos Juegos Olímpicos o Panamericanos, y para que los chicos aprendan del trabajo en equipo, la dedicación y los valores que te da el deporte, es necesaria. Me parece que la necesitamos en muchos sentidos. Y me parece que nos la merecemos. Viendo tantas inauguraciones de estadios en los últimos 20 años me gustaría que un día se haga una inversión en este deporte”, cerró.
Fuente: La Nación.